El concepto de escuela inclusiva se encuentra desde el origen y a lo largo de la historia de los Colegios Cristo Rey:
“Para enseñar y educar niños es preciso amarles, nada como el amor contribuye a dar con todos los resortes que más poderosamente los mueve”
(José Gras)
Hacer realidad una escuela inclusiva exige la búsqueda de estrategias que permitan que todo el alumnado, sea cual sea su procedencia, sus características personales y sociales, sus capacidades…, tenga “su sitio”, sea atendido de manera que pueda aprender y desarrollarse personal y socialmente, sienta que lo que sucede en la escuela tiene que ver con él y con su deseo de crecer y ser feliz.
El término inclusión referido a educación, no es otra manera de nombrar la integración de los alumnos de necesidades educativas especiales (NEE). Hablar de inclusión implica un enfoque diferente.
El ideal de escuela inclusiva es el de un lugar en el que todos sus miembros, tanto los alumnos como los adultos, se sientan acogidos y miembros de pleno derecho, valorados e importantes para su comunidad, donde nadie, por aprender de forma distinta, o porque tuviera características singulares, se situara por encima o por debajo de los demás y donde todos estuvieran llamados a aprender lo máximo posible en relación a sus intereses, capacidades y motivaciones.
Para nosotros, apostar por este planteamiento supone:
Acoger la realidad social y los cambios, cada vez más complejos, que trae consigo la sociedad multicultural y globalizada en la que vivimos.
Contemplar la diferencia como riqueza y oportunidad. Acogerla y trabajar a partir de ella.
Desarrollar prácticas que atraviesan el funcionamiento del Centro en su conjunto, la práctica del aula y las relaciones de la Comunidad Educativa con el entorno.
Favorecer procesos de reflexión-acción que permitan ir adecuando la concreción del currículo a la diversidad social, cultural y religiosa.
Los Centros de la Fundación Educativa José Gras, apostamos por un tratamiento inclusivo de la diversidad de todo nuestro alumnado.
Como educadores que enfocamos nuestra tarea desde esta perspectiva, nos enfrentamos a la necesidad de actuar de acuerdo al estilo del educador de la Fundación Educativa José Gras para dar respuesta a nuestro perfil de alumnado. Por ello, nuestra propuesta supone llevar a cabo de forma permanente un proceso de reflexión y de cambio que se traduzca en metodologías más inclusivas, más compartidas, colaborativas y flexibles.
El concepto de escuela inclusiva se encuentra desde el origen en la pedagogía de José Gras. Es por ello por lo que los centros educativos de la FEJG tienen en su propia esencia el planteamiento de una escuela inclusiva sea cual sea el contexto en el que esté ubicada.
La reflexión sobre la identidad de los Centros de la Fundación Educativa José Gras nos aporta algunas claves para la comprensión de una escuela inclusiva:
Creer que la persona en su totalidad es el centro y razón de ser de nuestra educación (el alumno es protagonista de su propio proceso de aprendizaje). Queremos garantizar y dinamizar en la diversidad de nuestros Centros, con realidades sociales y culturales distintas, la acción evangelizadora que debe tener la educación por voluntad expresa de nuestro Fundador: “La Educación que esclarece el entendimiento, a la vez que vigoriza y hermosea el corazón, es evidentemente la Educación de las Educaciones”. (El Bien, mayo 1906).
Ofrecer al alumnado ocasiones de crecer y madurar en todos los aspectos de su personalidad, sacando lo mejor de él mismo y dando siempre nueva oportunidad para que desarrolle todas sus potencialidades.
Apostar por una educación personalizada, que tiene en cuenta a cada alumno y alumna tal y como es. Actuamos como facilitadores del proceso de aprendizaje y acompañamos el desarrollo personal del alumnado.
Adoptar una metodología activa que pone al alumno en el centro del aprendizaje, para que adquiera unas competencias que lo preparen para las situaciones de la vida real y para su futuro profesional.
Promover una escuela abierta a todos, dando respuestas a los desafíos de una realidad plural y multicultural, desde la acogida, el respeto y la empatía. Apostamos por una educación inclusiva, priorizando la atención del alumnado con necesidades educativas especiales, favoreciendo la autoestima de cada uno, respetando ritmos y capacidades de aprendizaje. Ofrecemos a cada alumno y alumna oportunidades para su propio desarrollo.
Reconocer el centro como espacio de inclusión y de acogida para todos. Se trata de recoger la riqueza de cada uno, de todos, y generar situaciones, oportunidades, donde puedan poner en juego y desarrollar las potencialidades que llevan dentro.
Considerar la dignidad de la persona como eje de nuestra tarea educativa está estrechamente ligada a la concepción de la persona como sujeto social, capaz de incidir en la construcción del contexto y de los valores sociales en su conjunto. Este “modo de hacer” genera una experiencia de incidencia social que permite ir configurando la sociedad quequeremos construir.
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